La semana más violenta en la UCV en lo que va de año

J. Leonardo Mendoza
Estudiante Escuela de Filosofía

La semana que ha pasado ha sido la más agitada de todo el 2009. Protestas por aquí, quejas por allá. Los estudiantes adeptos al oficialismo se han proclamado en varias ocasiones, liderados por el estudiante de Historia, Vicente Moronta, señalando que el recorte presupuestario es pírrico.

Los oficialistas realizaron pupitrazos, declararon ante los medios y acusaron a la rectora, Cecilia García Arocha, por los actos acontecidos en la UCV. Por su parte, los estudiantes de oposición marcharon el día miércoles para exigir un presupuesto más justo, junto a la Rectora, el vicerrector, Nicolás Bianco y el secretario general, Amalio Belmonte.

La UCV, en las últimas semanas, ha sido forrada con variadas protestas. Que van desde la denuncia de que el presupuesto de la UCV es superior al de países como Nicaragua, al igual que es superior a tres Estados del centro-occidente del país, como el señalamiento del alza del IVA, el costo de la vida, la crisis económica mundial y que aún así todavía se siga teniendo el mismo presupuesto desde hace varios años.

Cecilia García Arocha, Nicolás Bianco y Amalio Belmonte deploraron la "emboscada" con que fue recibida la comitiva conformada por las autoridades de la UCV y la USB en el despacho del ministro Acuña. Mientros esto acaecía, la UCV era víctima de las acciones de grupos disociados: la marcha, al volver, se encontró con tres autobuses de la empresa privada, Turismo de Lujo, quemados. Dos en frente del estacionamiento de profesores y uno en la entrada de la Federación de Centros Universitarios.

Este acontecimiento delictivo no fue el primero de la semana, pues la noche anterior, la del martes, grupos armados quemaron parte del edificio del rectorado -la obra del maestro Villanueva- y un vehículo marca Toyota Corolla New Sensation, perteneciente a un profesor de la universidad. Y en la madrugada del miércoles un camión de la empresa Parmalat, amaneció incinerado.

El día jueves, al caer el día, se escuchó la ráfaga de disparos y el rugir de las motos que asechaban la universidad. El resultado: un estudiante herido, Juan Carlos Amaro, de Trabajo Social, apodado "carapita" y otros estudiantes golpeados por estos vándalos.

El viernes los límites fueron otros. El grupo armado entró en una de las Facultades detonando una bomba dentro de ella, se presume que lacrimógena, sembrando el pánico en los estudiantes.

El alcalde del municipio Sucre, Carlos Oscariz, repudia los hechos y hace un llamado al diálogo, mientras lamenta las reacciones del presidente Chávez y el ministro El Aissami, pues éstos señalan como la culpable de los hechos a la rectora, Cecilia García Arocha.

Alfredo Rivero, estudiante de la Escuela de Letras, deplora las declaraciones del Presidente y el Ministro, pues la Universidad no es una república aparte, y la seguridad de la misma depende tanto del Gobierno como de las autoridades rectorales, reflexiona el estudiante.

Para Ricardo Sánchez, presidente de la FCU, estos actos no deberían repetirse y señala que no cambiaran los lápices por las pistolas.